La desinfección y limpieza de las barricas donde se envejecen los vinos en las diversas bodegas elaboradoras es uno de los mayores problemas al que se enfrenta el sector debido al impacto ecológica que supone. Las técnicas tradicionales contemplan la limpieza a través de vapor y el uso de azufre, que estará totalmente prohibido por normativa europea en el año 2022. Es más, España pidió una moratoria ya en 2012 a esa normativa que, dentro de tres años, se tendrá que asumir sin ninguna posibilidad de prórroga.
Por ello, la investigación se centra en buscar alternativas ecológicas que permitan llevar a cabo las labores de liberar a las maderas de las temidas levaduras, sobretodo ‘brettanomyces’, causante de desagradables olores en los vinos. En algunos casos se ha probado con la cavitación, pero se trata de una técnica que no se puede industrializar. Desde hace ocho meses, se ha dado un paso más en la investigación y una empresa, situada en la Rioja Alavesa, ha creado una maquina denominada CleanWood, que a través de microondas logra desinfectar la madera, reducir el consumo de agua y electricidad, además de regenerar la barrica. Un nutrido grupo de enólogos y bodegueros de la Denominación de Origen Ribera del Duero se dieron cita en nuestra bodega para conocer los detalles de este nuevo método, con el objeto de intentar poner fin a la problemática en la que se ven inmersos.
«Hace diez años en Rioja se creó un prototipo para demostrar que la madera se podía desinfectar con microondas, quedó paralizado por la crisis y hace cuatro años retomamos esa idea para desinfectar para el sector maderero, porque cada vez que pasas por frontera hay una obligación de enseñar un sello de que está esterilizada para alimentos», explica Bernardo Ausejo, gerente de la empresa. A partir de ahí, detalla que, durante dos años y medio, se ha trabajado para trasladarlo al mundo del vino con la creación de una máquina, con una inversión cercana a un millón de euros, que pudiera realizar las labores de limpieza en las barricas. «Llevamos ocho meses trabajando con laboratorios y no solo vemos que desinfectamos eficazmente la barrica, sino que también se regenera la madera», mantiene Ausejo.
La maquina tarda alrededor de tres minutos en proceder a la desinfección de cada barrica, actuando sobre el líquido y no sobre la madera. Como si fuera un gran microondas, interviene en las tapas y panza de las mismas, supervisada por un ordenador que controla la temperatura, radiación y humedad. El tiempo de tres minutos incluso se podría reducir de cara al futuro, según su impulsor. En esta línea, Ausejo pronostica que la esperanza de vida de la barrica con esta técnica puede aumentar un mínimo de dos o tres años, aunque estos datos están pendientes de un estudio de la madera con un centro francés y del País Vasco para saber cuál es el ciclo de la barrica utilizando este tratamiento,
De momento, la empresa cuenta con una veintena de clientes en Rioja y Requena, y desvela que los grandes resultados están generando interés, como es el caso de Ribera del Duero. Las bodegas alquilan la máquina que se desplaza hasta cada instalación para proceder al tratamiento de sus barricas. «Les decimos a los clientes que cojan barricas de diferentes edades y que las traten unas con esta tecnología y otras con la tradicional y después metan en ellas el mismo vino. Queremos que una vez vean elresultado definan si es útil o no para ellos», concluye.