El viñedo en altura es una técnica en alza en la Denominación de Origen Ribera del Duero. Aunque está de moda, no es nuevo, según detalla, Juan Manuel Burgos de Bodegas Avan, en un reportaje publicado en el Mundo de Castilla y León. Algunos de los primeros viticultores de la Denominación de Origen ya apreciaron sus ventajas hace años. «Mis antepasados plantaron aquí a 970 metros de altura y aquí seguimos, convencidos de que la altitud fija la calidad de nuestros vinos», señala Burgos
En su opinión, en viñedos más altos la temperatura es inferior, y la luminosidad también. «Llueve un poco más y las diferencias térmicas son más agudas. La uva tarda más en madurar por lo que hay que dejar menos producción para que madure. Tienen además más acidez, menos PH y aguantan más», explica.
Asismismo, da otros datos de interés como un porcentaje de alcohol más bajo que en las zonas más cálidas. «Los aromas son más finos», destaca convencido de que la altitud es precisamente lo que diferencia a la Ribera del Duero del resto de zonas vinícolas regadas por el río Duero. «Al estar en alto tenemos vinos más delicados». Y es que, dos grados de diferencia pueden cambiar muchas cosas. «Cuanto más alto esté un viñedo menos riesgo de Botrytis y de otras enfermedades porque la temperatura es fundamental para los hongos y con dos grados menos no se desarrollan».
En el siguiente enlace, la información completa publicada el 21 de julio de 2019 en los periódicos pertenecientes a El Mundo de Castilla y León.